Miercoles 8 de Septiembre

Llegamos a Hong Kong sobre las 9-10 de la mañana, temperatura ambiente...no se como en el infierno y humedad...ni idea, toda la que pueda existir, no se puede ni respirar, salimos del metro para buscar el hotel (Dorsett Seaview Hotel) y nos damos cuenta que solo las salidas del metro ya son un mundo, total que salimos por la primera que nos parece y como estoy mas muerta que viva porque se junta el calor, mi tensión y la mochila encima, pues no puedo pensar y menos aún leer un mapa, asi que sigo a Sergio y a su maravilloso sentido de la orientacióny nos ponemos a andar parando de vez en cuendo en las puertas de las tiendas ya que tienen el aire acondicionado a tope y da gustito...total que cuando nos jartamos de andar preguntamos a una pareja y nos dicen que vamos justo al revés de la calle!!! Oooleeee!!! otra vez para arriba, asi que al final llegamos al hotel sobre las 12.30-1.00, el hotel una opcion muy muy buena, precio asequible (50€ la doble) limpio y en una zona perfecta, en todo el centro de los mercadillos. Total que de que subimos estamos tan muertos que nos hechamos una siestecita antes de comer, nos levantamos sobre las 4 muertos de hambre y para no complicarnos McDonalds y..sorpresa!!! hamburgesas picantes!! ale! otra vez vuelves!!!.
Total, que despues de "comer" nos ponemos a dar vueltas por las calles de los mercados de tecnologia "barata" donde Sergio se iba a gastar 2 sueldos y medio, hasta que nos damos cuenta, que de barata no tiene nada, si es verdad que es mas barato pero no excesivamente, asi que yo mas feliz que una perdiz y Sergio quemao, quemao.
A las 20.00 vamos a ver el Skyline y el espectaculo de luces, no está mal, pero para mi gusto un poco soso (pondré alguna foto).
Hora de cenar, encontramos un japo suuuper barato y bueniiiisimo en la salida del metro Jordan, creo que es justo la calle de detrás, dos calles antes de llegar al mercado nocturno de Temple Street, que por supuesto despues de cenar recorrimos, pero no habia nada digno de mención, justo al final están los quiromanticos y justo despues la puerta de nuestro hotel, nos vino de lujo porque se puso a llover de repente y no paró en toda la noche.